DICCIONARIO DE SÍMBOLOS

Esta fue la primera idea que vino a mi cabeza para poder publicar en el blog que creé. Ahora he decidido ampliar el número de palabras con sus respectivos significados. Este diccionario va dirigido a los supersticiosos y curiosos que les interesen este tipo de conceptos:

-Abracadabra: esta palabra, empleada como talismán durante la Edad Media, tiene su origen en la fórmula hebrea: abreq ad habra (envía tu rayo hacia la muerte) El recurso de las palabras mágicas es una costumbre de los abraxas griegos. Para que esta fórmula tuviera el efecto deseado, se escribía varias veces la palabra, eliminándole cada vez una letra, de manera que al final quedara un triángulo invertido.

-Abraxas: esta palabra fue empleada con cierta frecuencia en talismanes y conjuros. Su origen no es demasiado claro: podría derivar de un epíteto de Mitra como intermediario entre el bien y el mal o de una fórmula hebrea cuyo significado deriva del simbolismo de sus letras. Por ello, el sentido dado a esta palabra debe relacionarse con los ciclos y lo absoluto.

-Aerolito: los aerolitos han sido considerados una manifestación divina. El motivo es obvio, han llegado a la tierra desde los cielos, la gran morada de los dioses. Una vez realizada esta interpretación, las opciones más frecuentes son tomarlos como mensaje divino o como semilla que los dioses lanzan a la tierra. El más conocido de todos los aerolitos conservados es el que se guarda en la Kaaba de la Meca.

-Aire: es uno de los elementos clave de este mundo y así lo han visto casi todas las sociedades. La visión más extendida sobre la realidad habla de cuatro elementos principales: agua, tierra, aire y fuego, siendo los dos primeros de carácter femenino y pasivo y los otros dos masculinos y activos. Las ideas asociadas al aire suelen girar en torno a su condición de reino intermedio entre la tierra y el cielo, a través del cual llegan los mensajes que los dioses lanzan a los hombres. Pero el aire también se identifica con la esencia vital, no visible pero si real. Así, tanto la tradición china como la cristiana mencionan soplidos místicos que trasmiten el espíritu de la vida a los individuos.

-Almendro: la temprana floración del almendro, que ofrece flores blancas y frágiles, constituye el primer anuncio de la primavera, por lo que numerosas sociedades han hecho de él un símbolo de la vigilancia y el renacimiento.

-Ankh: esta cruz, también llamada ansada, es un conocido símbolo egipcio de vida y sabiduría. Suele aparecer en representaciones de dioses y faraones. También las imágenes de los difuntos muestran en su mano el ankh, esgrimido con la esperanza de recibir su ayuda para alcanzar la inmortalidad en el otro mundo.

-Cielo: es la sede de fenómenos naturales maravillosos y misteriosos que determinan la vida en la tierra.

-Coral: su tratamiento simbólico ha sido como el de otras piedras preciosas, pero su similitud con el árbol, su color rojo y su relación con el agua han hecho de él un popular principio de regenerador y remedio contra maldiciones.

-Ébano: la madera de ébano se caracteriza por su color negro, del que proviene un simbolismo relacionado con el mundo subterráneo y las tinieblas. Por ello, en la mitología griega Plutón, dios del inframundo, aparece sentado sobre un trono construido en ébano.

-Elementos: principios fundamentales a partir de los cuales se producen otros fenómenos subordinados. En la tradición China los elementos eran cinco: agua, fuego, tierra, viento, madera y metal, cada uno de los cuales estaría relacionado con una estación del año y una dirección o punto cardinal. En la concepción griega eran cuatro, y cada uno representa un estado: líquido (agua), gaseoso (aire), ígneo (fuego) y sólido (tierra). También la doctrina de los temperamentos relacionó los cuatro elementos con los cuatro temperamentos: así, el agua, con el flemático; la tierra, con el melancólico; el fuego, con el colérico; y el aire, con el sanguíneo.

-Escoba: por un lado, su función práctica se ha comparado con una limpieza espiritual, que acaba con cualquier tipo de impureza que pueda existir, lo que protege nuestro interior y le otorga al símbolo un papel protector. En el lado opuesto tenemos la imagen que nos ha transmitido la cultura popular, donde la escoba aparece como la montura por excelencia de las brujas cuando acuden a sus reuniones.

-Esmeralda: es una piedra preciosa de un bello color verde del que proviene gran parte de su carga simbólica. De este modo, en muchas culturas simboliza la primavera y, con ella, la regeneración y la vida.

-Fénix: ave mítica de origen etíope, dotada de un majestuoso esplendor. El simbolismo es claro: resurrección, inmortalidad, renovación cíclica.

-Guadaña: atributo por excelencia de la muerte. La guadaña, al igual que su portadora con su acción tajante e irremediable, todo lo iguala, segando la vida. Es a partir del siglo XV cuando se generaliza la representación del esqueleto empuñando la guadaña como máximo símbolo de la muerte. En ocasiones, en vez de una guadaña el esqueleto lleva una hoz, pero el sentido es el mismo: segar la vida.

-Hidromiel: era la bebida de los dioses, algo así como la ambrosía griega. El origen de esta concepción no es otro que los sentidos otorgados al agua y la miel. El primer líquido es el principio vital y regenerador por excelencia, mientras que la sustancia elaborada por las abejas encarna la fecundidad de la naturaleza y los principios de resurrección cíclica. Por ello se concibe frecuentemente como elixir de la inmortalidad, lo que hace de ella la bebida de los dioses.

La extensión de las definiciones de los conceptos mencionados anteriormente es demasiado grande, por lo que continuaré, en los próximos días, introduciendo nuevas palabras dispuestas a ser leídas.